-Quiero decirte,
Que desde hace mucho mis ojos
No observaban mujer más bella como tú.
Mis manos, no tocaban piel
Más suave como la tuya,
Y mis labios no temblaban tanto
Como en presencia de los tuyos;
Mis ojos te lo agradecen,
Mis manos te rinden reverencia
Y mi boca quiere regalarte un beso
Como homenaje a tu presencia.
-Tus ojos pueden observar todo mi ser,
Tus manos pueden palpar todo mi cuerpo
Pues esta noche soy tuya;
Y mi boca, ésta mi boca,
Se muere por recibir
Ese obsequio de tu boca.
La besó con tanta pasión
Que sus bocas se negaban a desprenderse;
Ella acarició sus cabellos y llevó su mano
Hacia el rostro joven de aquel amante,
Hasta que se desprendieron
Ambos de sus bocas deseosas de más.
Adeleón
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