Edwin Cifuentes
Si pudieras hablarme me dirías no necesitamos versos ni poemas ni Poesía necesitamos amor transformado en trabajo en comida en solidaridad en pertrechos de guerra necesitamos la comprensión del hombre para sentirnos hombres entre humanos ¿No ves, padre, que mientras yo gozaba de todo lo que me daba tu amor millones de pequeños como yo morían ignorados o arrastraban su niñez desvalida frente a las bayonetas? Pero no puedes hablar y sin embargo me dices todo eso porque tu voz fue una voz frutecida germinó con semilla de amor en las casas sin rosas y sin pisos en los ranchos donde la miseria se resiste sólo con la esperanza por eso tu palabra se quedó encendida en la humildes legumbres diarias de los ranchos en la promesa verde de la milpa y en el pedreral flamígero del guerrillero y por eso tu palabra seguírá escuchándose aunque tu voz ya esté decapitada en tu garganta quieta porque esa quietud te llegó encarnizada después de una niñez atónita sintiendo las injusticias a tu pueblo después de una adolescencia atribulada tratando de componer el mundo en plena juventud en plena lucha después de muchas horas de borrar con el arma en la mano la afrenta inmemorial hecha a tu pueblo. Fragmento extraído del libro Versión poética de Alma Cienfuegos y poemas solidarios publicado por Editorial Praxis, México, 1992. |
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