Poesía guatemalteca

Antonio Brañas


ISLA EN MIS MANOS
1953-1958
 

 CANTARES
Tú vives en mi mente

Antes de las estrellas inminentes

Antes del fuego diseminado

Antes de la luz reconstruida

Antes de las voces calladas

Antes de la rosa en la lluvia

Antes de su mano olvidada

Antes de los corazones en la carta de amor

Antes de la tarde inmóvil bajo el árbol

Antes de las cosas que siguen su camino

Antes de la media luna en los fríos corredores

Antes de su pelo ya tiniebla y pasado

Antes de las arenas sumergidas

Antes de los jazmines en el cine rural

Antes de mi voz todavía futuro

Antes de las estatuas de paso vacilante

Antes del jardín donde te escribo

Antes del humo que habitas desolada

Antes de la piedra movida casualmente

Antes de la primavera en el Jardín Botánico

y los aviones densamente lejanos

tú conmigo en la luz de azul enredadera

en el golpe de sangre de mi frente

donde aprendida fábula de viento y encinares

te quedas lentamente

apenas tiernamente arrulladora de ojos brillantes Te deseo



 SE TRATA DE ANGEL
Su falda semejante

a viento azul que llega

como una promesa concedida.

 

Sus manos en hojas,

en ondas y cristales,

en venas de travesía muy meditada.

Sus manos como ríos.

 

Sus sienes abeja de la portaventana

en torno a geranios de esta tarde,

a lucientes vendimias populares.

 

En la lluvia su pelo bandera sojuzgada,

en la lluvia su risa, su beso de tamarindo;

mientras tanto la sombra todavía,

mientras tanto los fúnebres designios

y los preparativos estelares.

 

Su corazón venado

en los alrededores

de un día domingo

con estadios olímpicos

y ovaciones.

 

Sus muslos peces de juego tornasolado,

en la trastienda,

cuando las hojas son tan lentas,

cuando son tan inmóviles.

 

Su pelo en breves páginas

las fugitivas páginas desordena

sometiendo las plumas de la almohada

a la técnica del sueño.

 

Rosa quemada en círculos colectivos.

Paloma de tristeza y junto de alegría.

Su sueño: jazmín maravillado.




 EL HIJO PRODIGO
 El perro en las gradas del umbral.

La luz solicitándonos veredictos imparciales.

Todavía para recordar el río de un puente a otro.

El cielo recobrándose a sí mismo llave perpetua.

 

Cuando los ojos son

un rumor de palabras, un árbol caído,

y el día distribuye verdes cantidades,

yo recuerdo el calor de su pie desnudo,

secretamente en medio de compañías insólitas.

 

Tarjetas conmemorativas de la velocidad terrestre,

vehículos en desuso, símbolos,

una vez la puerta cerrada conduces

rebaños de humedad,

círculos de sonido apagado.

 

No cambies de postura

no beses la mano confiada al reposo

mira el silencio a través de las vigas

en hollín en la ventana

los utensilios domésticos unidos

al móvil de las estrellas

y la sangre que corre a entregarse

y las rosas dispuestas para festejarme.

 

Sólo hay

un corredor brillante,

unos pasos dulcemente impacientes,

bienvenido oh viento

sin habitaciones.



 BLUES
De gris cristalería, plumas

sobre los puentes ferroviarios.

De veloces astillas. Gacela maniatada.

De compromisos frutales y margaritas.

En hélices que narran la fórmula de las estaciones.

Y silencios de ardida superficie.

En terrenos baldíos donde los niños lanzan

increíbles estrellas al corazón de las hojas futuras,

mi propio corazón guardado por infieles llaves,

mi mano derecha consagrada al olvido,

al fuego de este día que pasa sin detenerse

en acuerdos de índole amorosa

ni en las cartas que se escriben esperanzadamente

ni en el rumor de la sangre en un vaso de rosas fugitivo,

y tiñe de vejez el vuelo de tu falda,

cuando en arcos sonoros, tú, la sonriente,

provocas su ademán adusto,

distraes su intención fluvial.

 

¿Entonces?

 

Entonces, nada.

Sólo que, la melancolía,

en ventanas firmemente escolares,

giradora en el vacío de los árboles,

sobre el austero césped dominical

sin testimonio,

únicamente en medio de la lluvia

que posiblemente cae con designio sagrado:

cae sobre las manos de mis antepasados inhábiles guitarristas,

dulces adoradores de la piedra tallada.

Sobre sus ojos ausentes,

rota en girasoles, cae

llena de instrumentos sonoros totalmente anegada

de puentes sojuzgados.




 APARICION
A mí también me ha tocado sentir esa

caga tristeza cuando ella pasa

por la Avenida Bolívar, ¿cuál es

el verdadero nombre de esta muchacha?

 

Los focos eléctricos zumban

como blancos enjambres al mediodía, fábula

que ella hace a un lado, pues

están los continentes que esperan sus pasos,

los salones de baile para ella sola

cuando en la música ondula su cabellera,

y es un grupo de lirios, defendido

si para tocarlo es necesario abrirse paso

entre la brisa y una antigua armadura.

 

Remolinos de polvo seco

van detrás de ella y sé que tiene

novelero entusiasmo por sus profesores,

más bien amanerados. Y cuando

está a punto de pasar sin verme,

cuando va a herirme sin quererlo,

sonríe de pronto

y levanta la mano desde lejos:

blanca intención de vuelo

entre un aire claro

y las corrientes crepusculares.




 QUERIDO MARZO VEN
-Emily Dickinson

Un claror principiante

que solo a ti concierne.

El colmo de una ausencia.

Una ribera en donde,

palpitante aislada,

quedas oculto fuego,

postal de primavera.

 

Uno, si quiere, olvida todo,

puede tomar partido por

apariencias,

por sonidos quebrándose

en jardines,

por la cuesta que pastores

mutilados

arrastran con la sangre,

o el césped cuando

la piel brilla al descubierto

en busca de reflejos verdaderos

que respondan.

 

Tú corriges las márgenes

separadas:

como una rama agobiada

te inclinas hacia pozos

de silencio:

recordando nombre, voz,

carne temblando,

lugares en donde, nunca arrepentida,

te quedes para blanca escultura

de los aires.





 ADOLESCENTE DESNUDA
Cuando en las enredaderas

la voz tiembla de miedo

y se pierden los ojos

en busca de una flecha de diamante

obscuro.

 

O sea una niña

a la orilla del agua

esperando

tener otra vez las manos

(-La voz ligeramente azul)

los pechos sin herida,

limpios de incertidumbre

y prematuros.

 

Si no me explico bien

diré de nuevo,

que acaso entre los juncos

y las enredaderas,

se encuentre con la luna:

florecida entre ramos de silencio perfecto

y sangre amenazada.


Síguenos, muchas gracias:
Pin Share
RSS
Follow by Email
Twitter
Visit Us
Follow Me