Julia Esquivel
ESPERANZA En los más oscuro y sórdido, en lo más hostil y áspero, en lo más corrupto y asqueante, allí obras Tú. Por eso tu Hijo bajó a los infiernos, para transformar lo que NO ES y para depurar LO QUE CREE SER. ¡Esto es esperanza! CUANDO LLEGUE LA HORA Cuando llegue la hora, cambiarás mi desierto en cascada, ungirás mi cabeza con aceite fresco y tu fuerza conquistará mi debilidad. Conducirás mis pies sobre tus huellas y caminaré por la senda angosta que conduce a tu Casa. Tú me dirás cuándo y por dónde, caminaré tu sendero toda bañada de alegria. Mientras tanto te pido Señor, ¡qué animes en lo íntimo de mi alma, La Fiesta de la Vida! ¡La de la Tumba Vacía! ¡La de la Cruz Victoriosa! Que tu voz de Jardinero abra cada mañana mi oído con la noticia siempre nueva: “Vé y dile a mis hermanos que he vencido a la muerte, que hay lugar para todos allá donde se forja La Patria Nueva. Allá, donde la tierra, el amor y la alegría no se compran ni se venden, donde el vino y la leche se comparten sin dinero y sin precio, allá, donde todos mis hermanos pequeñitos, se sientan como príncipes en LA MESA DEL PADRE.” Repítemelo fuertemente cada noche, que has vencido al que confunde a este mundo. Dime que no importa cuán amarga sea la copa de la aflicción para que cese ya de temblar el corazón; para que este desierto del frío desarrollo no congele la esperanza de estrechar Tus Manos junto al Fuego que crece en la Montaña, ¡Tu pueblo es la Montaña! ¡Hazte fuerte dentro de mi, para que los mil pretextos con que el corazón quiere escapar a lo esencial, no me hagan olvidar que en Tu Casa, siempre hay VINO y PAN y que Tu Casa, Señor, es allí en donde los humildes buscan la Justicia, la que brillará en la Patria Nueva, la que ya nos ilumina con destellos de Tu Reino! |
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