Alaíde Foppa
Dame, Señor, un silencio profundo y un denso velo sobre la mirada. Así seré un mundo cerrado: una isla oscura; cavaré en mí misma dolorosamente como en tierra dura. Y cuando me haya desangrado ágil y clara será mi vida. Entonces, como río sonoro y transparente, fluirá libremente el canto encarcelado. Tomado de Poetas guatemaltecas, de Carlos López. Antología inédita. |
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